sábado, 6 de febrero de 2010

¡Leamos en Familia!

Leamos o no leamos nosotros, debemos leer a nuestros peques. Debemos darle la prioridad que requiere a la lectura, como lo hacemos con la dieta equilibrada o el aseo.

Ya se! Ya se! El tiempo que de dónde lo sacamos... (qué gran mal de nuestros días)

Qué os parece si nos proponemos uno de los siguientes momentos:

  • Un cuento antes de ir a dormir (en la cama, calentitos, relajados, para soñar con cosas fantásticas,...)
  • Un cuento en la comida (uno de Violeta Monreal y sus verduras saludables, uno de Tolola que no come tomates,...)
  • Un cuento en el ordenador (un ratito al día tras la merienda, por ejemplo, después de comer antes de ir al cole. Hay un montón de web con cuentos muy visuales. En Youtube y con vigilancia, claro!) 
  • Un cuento de sofá rápido, tras la comida (un cuento rápido o un cómic si prefieren algo visual, uno de los nuestros: Garfield, Astérix y Obelix, Tintín, Mortadelo, Mafalda, Zipi y Zape,...)
  • Un poco de teatro en la cena (con los peluches de la casa o giñoles o dibujos pintados podemos amenizar la cena contándoles nosotros un cuento clásico o actual, uno que nos guste mucho)
  • O que os parece cantarles una canción, en cualquier rato, en la bañera, por ejemplo. Al fin y al cabo, las canciones no dejan de ser pequeñas historias y además introducimos la música, tan importante en el desarrollo de los pequeños y su inteligencia.
Y si disponemos de más rato qué os parece si...
  • En vez de leer un cuento, lo escenificamos o hacemos teatro y lo representamos tras una sábana, o andando por la casa para que cobre vida. Con unos simples dibujos plastificados en casa dimos vida a estos personajes...
La vaca Maca del cuento 
"La vaca que puso un huevo"
Boy and Penguin del cuento
"Lost and Found"
Elmer

  • Podemos ser piratas y vivir una gran historia en el salón de casa con nuestros pequeños y si la escribimos o dibujamos luego, ¿acaso habría en el mundo mejor cuento que uno vivido y creado por ellos? Imaginaros dibujándolo y escribiéndolo, pintándolo y encuadernándolo o plastificándolo y guardándolo en la biblioteca de la mesita de noche de vuestro pequeño. Qué gran recompensa al esfuerzo! Qué gran recuerdo en su memoria cuando sea adulto!  

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