viernes, 17 de septiembre de 2010

Un cuento para quitar todas las penas...


El pobre Ramón no podía dormir por las noches por sus preocupaciones hasta que su abuelita le regalo una muñequita quitapenas. 

Tras leer el cuento en casa decidimos que podríamos hacer unas muñequitas nosotros para regalárnoslas entre nosotros y colocarlas bajo nuestras almohadas.  


Con unos pocos palos de chupachús, lana, hilo y distintos papeles, y con mucha mucha paciencia, conseguimos unas estupendas quitapenas que colocamos en nuestras mesitas de noche.
Desde entonces nuestros sueños son dulces y los malos pensamientos se quedan a dormir fuera de la habitación.