Yo tuve la suerte de tener una tía 'hada madrina' que era profesora de literatura y la encantaba regalarme cuentos (y a mí recibirlos)
De entre todos hoy en día conservo y leo con mis pequeños el que recuerdo más especial:
Podía pasarme ratos enteros mirando todos sus animalitos y los detalles que tenía todo. Conocer los números, las distintas casas, los instrumentos,... todo era sencillamente emocionante y divertido.
Un cuento editado en 1973 en Barcelona con ese olor increíble a antiguo y a biblioteca.